Toma una tabla o cartón, y busca objetos o trozos de cosas que puedas
encontrar en la papelera de casa. Primero pinta
con colores el fondo, variando los que quieras, hasta cubrir del todo el
cartón. Luego dibuja un perfil con témpera y pincel, con barrita de
cera o con un rotulador grueso, con blanco o algún color que destaque
mucho del fondo, y haz la boca con rojo. Este dibujo tiene que ser bien
visible. Luego céntrate en la cabeza: vas a
buscar cosas que aludan al funcionamiento del cerebro, como si se
tratara de una máquina que piensa y siente. Ten en cuenta que tienes que
dibujar la cabeza grande, para poner dentro del cráneo varias cosas.
Utiliza el Superglue, pero también te sirve la cola de contacto, o el Pegamento Imedio,
que funciona bien.
Ahora te proponemos que le des un cierto sentido a las cosas que
pegas: ¿cómo representar el pensamiento dentro de la cabeza que has
dibujado? Inténtalo como si fuera una máquina con engranajes. Busca
cosas redondas: monedas, papel recortado, un posavasos viejo, un CD
viejo, un trozo de tela o papel, un recambio viejo de
bolígrafo, un plástico, unas grapas, unos clips y chinchetas. Además de
pensar, en el cerebro están las emociones: busca una flor o una hoja de
árbol, unas fotos de personas, de paisajes y animales, postales, una
pluma, una cadenita, un trocito de tela metálica, otro de papel de lija,
un poco de tierra. Ve pegando las cosas dentro de la zona
correspondiente al cráneo, como si fueran partes de una máquina en
movimiento. Puedes
grapar, pero sobre todo vas a pegarlas. Cuando creas que has puesto todo
lo que se te ha ocurrido, puedes dar algunas pinceladas por encima de
los objetos, para integrarlos más al cuadro y al fondo. Trabaja siempre
en horizontal y déjalo secar bien.
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