El collage es para la arquitectura una de las
estrategias fundamentales de su pensamiento. Por eso el aprovechar
fragmentos de otras arquitecturas ha dependido no solamente de la escasez
de los medios disponibles sino de un especial temperamento. El empleo de
fragmentos robados y formas intrusas ha supuesto una verdadera fuente de
vitalidad. La mezquita de Córdoba, ya un collage por si
mismo por el trabajo de reciclaje de sus formas y capiteles, se revitaliza
con la inclusión de una catedral en su seno. Otro tanto cabría decir de El
palazzo de Té, de Giulio Romano, donde la colisión de fragmentos del
renacimiento adquiere una nueva lógica gracias al mérito de su disposición
alterada…La lista no es infinita, tampoco precaria.
El collage es de las pocas estrategias que mantiene inagotado el optimismo de la arquitectura.
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